top of page

Las carencias del Dépor


En un equipo que lleva aproximadamente 3 meses sin ganar lo normal es que haya muchas cosas que se puedan mejorar. Y a pesar de que el juego no es del todo malo y nuestro Deportivo acostumbra a dominar la posesión de los encuentros, tiene errores que iré detallando parte a parte.

Comenzaré por la parte de atrás del equipo. A pesar de que no le veo ninguna queja a la temporada de Lux (sin ser el gran número de amarillas recibidas), la única línea de 4 que realmente se entiende defendiendo al 100% es la formada por Juanfran, Sidnei, Arribas y Navarro. Todos los demás experimentos por culpa de las lesiones se ha visto que no han triunfado para nada. La falta de suplentes de confianza en esa línea ha causado que Sidnei, hasta la lesión, había jugado todos los minutos de la temporada en Liga (con este dato, es bastante fácil extraer la razón por la cual se lesionó, por muy bien que esté físicamente), y su baja se está notando mucho, porque ni Fernando Navarro es central (aunque tenga más velocidad que Lopo y la experiencia sea un punto a su favor) ni Luisinho es un lateral que defienda muy bien. Es bastante evidente que Luisinho es un jugador tan "medio" que no acaba de ser ni un defensa apto para la titularidad ni convence como extremo (muestra de ello que se empezó jugando con el doble lateral y ahora ya nunca se juega así) y que tiene sus carencias como de cara a puerta como cuando los contrarios le atacan.

El mediocampo deportivista empezó la temporada con un doble pivote defensivo formado por Mosquera y Borges, hasta la lesión de este último que llevó a Bergantiños a acompañar al coruñés fichado este año. Hasta aquí todo bien. Pero el retorno de Borges, más que una solución, se ha convertido en un problema. Víctor no cree que Bergantiños merezca volver a la banqueta, Mosquera es el motor del Dépor (aun así se le nota la carga de minutos que lleva encima y que hacen que el ritmo que lleva en ocasiones no sea el mismo que cuando empezó la temporada) y Borges, que era titular, tampoco se merece ser suplente (hablo en este caso desde el punto de vista de Víctor). Y es que a veces no tomar decisiones ahí como míster y líder del vestuario queriendo dejar a todos los más titulares acaba bajando el nivel del conjunto y sus opciones de juego.

A partir de ahí, el cuadro coruñés juega con dos bandas si juega con un 4-4-2, sistema poco habitual ahora por la presencia del mencionado trivote en el medio, o con un 4-3-3, que está cogiendo costumbre en los últimos partidos, y que tiene como delantero centro a Lucas Pérez, máximo goleador del equipo pero que lleva unas jornadas con la pólvora mojada, fallando las que en las victorias del equipo habían acabado en gol. También es uno de los fijos Luis Alberto, que últimamente juega como extremo izquierdo (a pierna cambiada) y que se muestra, por su rendimiento, que no es su posición predilecta y en ella no muestra sus cualidades destacables. Por último en esta línea de 3 puede variar la 3ª pieza: el pasado sábado jugó Cartabia los primeros 80 minutos (el apartado relacionado con las segundas partes de Víctor será tocado en el siguiente párrafo), aunque hasta esa el titular estaba siendo Fayçal Fajr (recalcar que tampoco es habitual esa posición para él) y que antes de la lesión de Cani tenía un puesto ganado en el 4-4-2 (a ver qué hace Víctor ya que éste vuelve).

Acabado el análisis a fondo del equipo, toca analizar lo que es realmente importante: los resultados. 3-3 contra el Málaga teniendo el partido ganado y recibiendo un autogol en el descuento casi, derrota con el Bilbao en su campo, derrota contra el Granada en Riazor tras su gol de penalti y un dominio local sin efectividad y contra un equipo cerrado con el resultado a favor, derrota con el Espanyol, racha previa de empates… Las diferencias son que el equipo falla lo que antes metía y que comete errores atrás indebidamente, pero el dominio, las ocasiones y el juego lo suele haber.

¿No notáis algo en falta? Y es que para el final queda lo "mejor", la piedra angular de todo, Víctor Sánchez del Amo. Sería muy de "querer vender" darle palos sin haber antes comparado argumentos. Un entrenador que salva a un equipo con mal plantel y en situación difícil en la clasificación cogiéndolo al final de la campaña es digno de alabanza. Y confirmar, mediante fichajes y buen juego, un proyecto sólido y una filosofía de juego en un gran club como el nuestro tiene mérito. Pero evidentemente si fuese un entrenador perfecto un equipo grande (que juegue Champions) llamaría a la puerta para llevárselo. Víctor es un entrenador con muchas carencias, siendo su principal la experiencia (no lleva más de una temporada como primer entrenador) y a partir de ahí desarrolla las demás, como son su planteamiento de las jugadas de estrategia (el córner que hace el Dépor en el que dos están en la esquina y normalmente se desperdicia a uno de los hombres llegó a ser pitado en Riazor por el desquicio de la grada) y especialmente su capacidad nula de lectura de partidos. ¿Cómo puedes, en 15 minutos, cargarte al mejor de tu equipo en el partido, quitándole el peligro por esa banda al rival, aliviando al lateral de esa banda concediéndole más libertad de subida (claramente me refiero al cambio de Cartabia por Jonás el otro día contra el Málaga? No voy a cansar al lector dándole más ejemplos de cambios de Víctor que han causado el desastre en algún partido del equipo.

Cierro ya dejando clara mi idea del artículo, que es bajar a la gente que empezó en la nube europea, a que se asiente en que el Dépor es equipo de media tabla, irregular y que las rachas al final se acaban compensando, quedando el equipo con un margen de 7-8 puntos arriba o 7-8 puntos abajo cada temporada (siendo la base 42, es decir, no habrá temporadas de más de 50 puntos ni de menos de 35 puntos).

bottom of page