Manolo, eterno capitan
Manuel Pablo García Díaz o Manolo, será para el Deportivo, su eterno capitán. Jugador de raza, de carácter, incombustible y sobre todo figura, emblema, estandarte.
Manuel Pablo García, canario, nacido un 25 de Enero del 76. Es icono del deportivismo pasado y presente, vividor de las grandes alegrías del club y de las mayores penas. Decidió poner fin a su carrera veinticuatro horas antes de que la pretemporada echara andar en Abegondo.
Manolo es y será siempre un referente para la parroquia herculina, un hombre que quedará para siempre en la memoria y en el recuerdo de todos los deportivistas. Fue, es y será siempre un jugador de raza, de carácter, de los que se parten el pecho en cada partido. Podrá estar mejor o peor , pero siempre lucha hasta el final.
Su paso por Riazor, está plagado de alegrías y penas a partes iguales. Alegrías por todos los éxitos vividos recorriendo la banda. Manolo deja tras de si un palmares de nada menos que una liga, una copa y dos supercopas.
Vivió en primera persona el éxito de la mano de Irureta y el llamado "SuperDepor 2.0" que salió campeón de liga el 19 de Mayo del 2000 y alzó la copa del "centenariazo" en el Bernabeu en el año 2002. Saboreó las mieles del éxito en sus dieciocho temporadas como blanquiazul, llegando a disputar cuatrocientos ochenta y dos partidos como deportivista, de los cuales trescientos cuarenta y nueve fueron en primera división y llegó a ser internacional absoluto en trece ocasiones.
Pero no todo serian alegrías en la carrera del canario, también hubo momentos duros y amargos. Todos nos recordaremos siempre de ese Manuel Pablo tirado sobre el cesped de Riazor con la pierna colgando después de una terrible entrada protagonizada por Giovanella.
Entrada que le produjo una rotura de tibia que lo tuvo apartado de los terrenos de juego durante un año cortando de golpe su carrera cuando esta se encontraba en su mejor momento. Dicha lesión le llevó a celebrar el "centenariazo" en muletas.
Fueron meses duros, de recuperación, de trabajo de fisioterapeuta y de gimnasio, trabajo que devolvió al capitán de nuevo a los campos de España y de Europa.
En cuanto al plano deportivo se refiere, lo más duro sin ninguna duda fueron los descensos sufridos a segunda división en los años 2011 y 2013.
A sus cuarenta años, Manuel Pablo ha puesto fin a su carrera deportiva pero no deportivista y es que Manolo pasa a los despachos del club para formar parte de la dirección deportiva.
Después de tantos años sobre el terreno de juego, después de tantas temporadas en el club, después de tantos sin sabores y sobre todo después de tantas alegrías, Manuel Pablo se puede ir tranquilo y sabiéndose reconocedor de su esfuerzo y entrega por parte de la afición. Siempre fue un jugador de raza, de carácter, de los que se dejan la piel en cada jornada, un currante del fútbol que se ganó el respeto y admiración de todos.
Gracias por todo Manolo.