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El futuro que nos aguarda


Después de que Gaizka Garitano decidiera inmolarse en Balaidos, ¿Qué futuro le aguarda al banquillo del Depor?


El técnico vasco, sorprendió a todos con su formación en el derbi gallego. De forma inesperada, se le ocurrió experimentar el único día que no podía.

No sé si perdió los papeles, si se vio sobrepasado por el valor del partido o simplemente no entiende o no sabe lo que es un derbi. Pero lo que está claro que él solito se acaba de sentenciar y echarse en contra al poco apoyo que tenía en la ciudad herculina.

Lo vivido el Domingo, todavía sigue escociendo y sorprendiendo en A Coruña. Ya no solo por el resultado, que también. Si no por la sensación de falta de ambición y carácter ante el eterno rival. Sensación de ir al partido sin preparación. No solo por la falta gol, el cual puede ser achacado incluso a un cúmulo de infortunios. Una salida de Lucas Pérez casi in extremis que deja poco margen de maniobra para buscarle relevo, la lesión de Joselu nada más llegar..etc También hay una falta de intensidad que resulta incomprensible, más cuando se trata de un partido como el del pasado fin de semana.

A la falta de gol, le tenemos que sumar la falta de creación de juego, que si bien es cierto que falta gol, no es menos verdad que el pobre Florín se desvive arriba sin nadie que le aporte un balón en condiciones.

Ante esta situación de falta de creación de juego, la ausencia por decisión técnica de Emre Colak, el único con un poco de desborde en la medular, dejó a todos boquiabiertos.

Garitano, sin saber muy bien el como ni el porque. Decidió jugársela el día menos apropiado. Sacó un equipo que sobre el papel buscaría ahogar al Celta con una fuerte presión arriba y por el contrario le dejó el control del balón, se suponía que buscaría puerta como loco, incluso quien sabe si forzando a Andone, que venía de una lesión. Pero nada de nada, fuimos siempre blandos y endebles.

Todo esto, sumado a un Navarro que se vio desbordado y a un Lux en horas bajas que recuerda a la temporada 2014/2015 cuando Fabricio tomó el relevo, nos llevó a salir humillados de tierras viguesas.

En la rueda de prensa, me sorprendió que Gaizka, desde mi punto de vista, no fue quien de dar la cara y asumir sus errores y reconocer que para este derbi se había equivocado de cabo a rabo y que su rival llevaba mejor trabajado el encuentro. Pero no solo eso, encima tiene los machos bien atados para decir que el resultado es lo de menos, que lo importante es el buen juego desplegado. De ahí mi pregunta ¿ Desde cuando en un derbi lo importante es jugar bien? ¿Desde cuando no importa el resultado?. Creo que todavía no se ha dado cuenta de que los derbis no se juegan, se ganan.

Fuera como fuese, el técnico vasco que ya no contaba con mucho apoyo por parte de la bancada deportivista. Acabó de ponerse la afición en contra con su planteamiento del Domingo.

Ya hace semanas que más de uno pide su cabeza. Hasta parece que ya le tienen buscado sustituto. No voy a ser

quién diga que hay como un clamor por Paco Jemez.

Relevo que de entrada no va a producirse y no creo que el banquillo de Riazor cambie de inquilino en las próximas semanas a pesar de los resultados que se puedan cosechar. A lo largo de estas temporadas de presidencia de Tino, a demostrado que no le gusta mucho reconocer los fallos en sus apuestas. Vimos como tensó la cuerda de Víctor Fernandez antes de reconocer su fracaso y no prescindirá de Garitano a las primeras de cambio.


Además tampoco creo que un nuevo entrenador vaya suponer la revolución del plantel, confiemos más en la recuperación rápida y satisfactoria de Joselu y algún refuerzo de calidad en el mercado invernal.


Sobre todo, confiar una vez en el apoyo de la hinchada blanquiazul, la cual es la única que da la cara día tras día por defender el orgullo que representa ese escudo.



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